III parte! >-
Konnichiwa!! como les va? yo bien! esta es mi tercera parte :D!!! espero que la lean! ;D!!!(sin imagenes :p!!)


Entre los frondosos y grandes arbustos que rodeaban la puerta de vidrio corrediza siento una vista ajena desde afuera como un asecho, sin saber que es, mi corazón latió un poco más rápido pero no sentía pánico. Muchas veces trato de mantener el control ante desgracias, pero esta vez me dejé influenciar un poco, entre los golpes de ramas y madera aumentaba mi ansiedad y veía los reflejos de las luces de mi porche para tener alguna visibilidad ante el agresor, pero nada aun así se sentía una mirada abrumadora. Abrí bien mis ojos y decidí subir mi cabeza a ver que era, la ventana de persianas entre abiertas no se notaba nada, pero al recostarme de nuevo, veo unos brillantes ojos amarillos que sobresalían del cristal, tan redondos que parecían dos pequeñas lunas en su fase nueva, una bocanada de aire acompaño a los pelos erizados de ese momento. Era mi primera vez con un temor así. Al acercarse esos dos puntos amarillos percaté de que pertenecían a un rostro perruno joven, me pregunté si Kenny había vuelto de nuevo para saludar a pesar de que era muy extraño de que un lobo este muy apegado de un mismo lugar, al acercase más a pisadas cortas, me levanto de la cama poco a poco al notar que es el mismo cachorro, el alivio me hace suspirar.
Al levantarme de mi cama me acerco a la puerta corrediza para darle de nuevo la bienvenida. Kenny se acerca cabeza abajo, al verlo me percaté de que aún no se había adaptado o socializado con su medio ambiente. Sería un poco injusto en dejarlo allí afuera y lo deje pasar, pero eh aprendido mucho de ellos, y sé que es algo negativo en que un animal que pertenezca salvaje este por su cuenta en un casa doméstica.
En esa noche le acobijé unas almohadas que tenía especialmente para estas ocasiones. Lo acomodé y en pocos minutos durmió. Sobándole la cabeza me relajo y siento que él me da más fuerzas para continuar con la caridadEn la mañana siguiente Kenny se despertó muy temprano, esto lo sé porque antes de que saliera el sol sus fuertes aullidos me despiertan más los “tic, tic, tic…” que hacía con las uñas en cada paso que daba. Tiempo después el pequeño cachorro no sería de ser así, ahora es un gran macho adulto maduro, que durante meses ha presenciado de nuevas criaturas, quienes fueron fáciles de atender y se independizaron rápidamente. Prácticamente Kenny es como mi perro, en otras palabras una mascota sino que esta es un poco más grande y de poca responsabilidad ya que el salía y cazaba su propia presa.

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